El entrenador de Rasoeiro, había comentado esta semana a algunos conocidos que este partido lo tenían ganado y la verdad es que, los primeros minutos de juego, parecían darle la razón. Lo que no esperaba este entrenador era que, el de ayer iba a ser un partido de fuerza, técnica y equipo y en esas circunstancias, somos temibles.
Los nuestros se dejaron la piel y mantuvieron un altísimo ritmo de juego durante todo el partido. Todas las líneas funcionaron a la perfección y el Rasoeiro no pudo mantener nuestro ritmo, lo que nos llevó a terminar con esa diferencia de 7 tantos en el marcador.
Después del mal trago de ayer, contra el Porriño, esto supone una inyección de moral para todos.
En el post de hoy, todas las fotos son del equipo, ya os imagináis porqué.
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